martes, 20 de agosto de 2019

Indiferente

Arme un castillo de cartas sobre tu mesa, y me siento todos los días en la orilla a esperar cómo lo vas destruir. Te miro mientras hablas y me pierdo un poco, entre lo que dices y entre lo que eres. 

Te encuentro entre los pasillos y mientras me sonríes, trato de retratarte en las paredes de mi conciencia.

 Y te miro de nuevo. 

Y te miro todo el día. 

Y no te das cuenta. 

Y entonces juego a las escondidas, como un niño, cómo lo que soy. 

Y me siento bien cuando te confundes. 

Y me doy una vuelta por la copas de los árboles

Y espero un gesto o algo

Pero sé que nunca llegará

Así que vivo con los ojos estrellados

Por ti y por todas las compañeras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario