martes, 4 de abril de 2017
The joy of the division
Creiste que todo se caía y ya no había más.
Creiste en basureros llenos de años e ilusiones.
Creiste en cristales rotos cortandote los pies.
Creiste en una vida solitaria por un tiempo.
Creiste en brujas y magos que rompian tu línea temporal.
Creiste en ataudes y piedras, coches y almohadas.
Creiste que te saldrías con la tuya y yo con la mía.
Creiste que te solitaría la mano y te dejaría flotar por un rato.
Creiste que podrías comer sola y reír.
Reír. Reír. Pero ahora no hay risas.
No hay sarcasmo ni sonrisas espontaneas.
Ya no tienes nada que esconder y la vida es gris.
Y me alegro que lo sea y
Que se te caiga el cielo gris y te aplaste los dedos de los pies, para que no puedas caminar más.
Y que te aplaste los ojos para que no puedas mirar nunca más a la cara a nadie.
Y que te caiga en las manos para que no puedas tocar a nadie más.
Y que te caiga en el corazón, solo para que te mate, porque se que no puedes amar a nadie. Y me alegro de eso, por que así me enteré de que un cartón puede tener sentimientos más reales que tu.
Y no me importa en lo que creas ahora, porque yo ya mo creo nada.
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