Siempre que nos vemos nos besamos. Cuando eramos muy jovenes nos besabamos a escodidas. Luego, durante unos meses, nos besamos constantemente durante un tiempo corto pero intenso. Pasaron años y cuándo nos vimos de nuevo, nos volvimos a besar de manera ilegal. Nos besamos toda la noche. Pasaron más años y nos volvimos a besar, riendo y discutiendo sobre la vida, nos besamos a la velocidad de un parpadeo. Seguramente van a pasar mas años y nos veremos, y con certeza nos seguiremos besando, contra viento y marea incluso. Es qué hay un tipo de amor que es para siempre y no tiene fecha de vencimiento, viene con un exceso de confianza y con la confianza que da el exceso. Es algo que se envuelve en un papel de estrellas y se desenvuelve sólo en contadas ocasiones para descubrir un universo. Reímos lejos el uno del otro, pero sé que en algún momento del día, de la semana o del mes, hay una porción de nuestros momentos juntos en nuestras cabezas. Siempre andare cómo un pajarito, un pajarito con ala herida.
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