Se miró en el improvisado espejo de la sombría y pequeña pensión, cerca de estación Mapocho. Marcas de discriminación y menoscabo despojaban los incaicos rasgos de su rostro. 5:07 am marcaba el reloj, no había tiempo para lamentarse. Esquivó los cuerpos de al menos 11 compatriotas, agachó la cabeza y se encaminó rumbo a la construcción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario