viernes, 10 de febrero de 2017

Plazo de invierno

Pensando el otro día, diseñé un plan para combatir mis demonios y la pasividad de los qué me rodean. Es simple y elegante, pero es cruel y antiético. Se compone de un plazo, una circunstancia y una reacción. El plazo es invierno, la circunstancia es qué no haya podido llevar mi vida en la dirección qué quería para ese tiempo. Finalmente, la reacción es mojar todo con gasolina y prender un fósforo. Todo se va a la mierda y se comienza desde cero en todos los ámbitos, es lo más sano. El resultado puede ser un problema, pero voy a tomar el riesgo en un vaso con dos hielos.

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