martes, 17 de enero de 2017
Gambler
Toda esto es una apuesta. Siempre hay algo que perder: amores, dinero, el hogar, la familia, la gente que te importa, y un largo y aburrido etcétera, lleno de "valores y deberes" que nos enseñaron de pequeños a seguir ordenadamente, porque se suponía que era hacer lo correcto, ¡Puaj! . Pero bueno, es así. Nuestras acciones son como pequeños crupiers repartiendo las cartas que nos jugamos dia a día. Después, las personas que se ven afectadas sabrán decirnos si ganamos o perdemos algo. En el peor de los escenarios: perderlo todo. En el mejor de los casos: que nadie se entere de lo sucedido. Silencio absoluto. Y es que la apuesta es arriesgada cuando se pierde y poco generosa cuando uno gana. La satisfacción es la que uno mismo pueda inflingirse, y la emoción de un secreto guardado en el corazón. Y nada más. ¿Vale la pena? Por supuesto que si, nadie podría vivir de otra manera despues de pasar temblando por ese Casino mental. Asi que ya lo saben amigas y amigos, ¡hagan sus apuestas, cierren los ojos y corran! Juegen.
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