Escondeme. Rápido antes qué me noten. No soy nada de lo que esperabas, lo se y no me importa, así qué escondeme. Ocultame tras los árboles cuando caminemos de la mano. Escondeme tras los tarros de basura o, mejor aún, meteme en uno. Déjame entre las hojas de tus cuadernos gastados, como un poema a medio escribir. Meteme en tu bolsillo falso, tal vez me caiga de una vez. Enredame en tu cabello como un accesorio inútil y sin uso. Déjame en el cajón más olvidado de tu habitación, espero que sea cómodo. Silencia el teléfono cuando te hable y estés con mas gente, debo ser un absoluto secreto. Mantenme en tu oído para que te pueda susurrar mis canciones favoritas mientras vives calmadamente. Ponme bajo tu blusa, al menos asi podre dormir una siesta con la cabeza apoyada en tu pecho. Cuando estés con tus amigos no me menciones ni en broma, te pueden mirar de manera extraña y no queremos eso por nada del mundo. Guardame con tus jugetes antiguos, me llenaré de polvo pero seguiré viviendo. Déjame solo en casa, no me importa no tener con quien hablar, diseñe una estrategia que consiste en dialogar conmigo mismo hasta que lo escupo con letras. Arrojame al sillon mientras te ocupas de asuntos más importantes, mientras me des un par de cervezas prometo no molestar ni hacer ruidos. Encierrame en el baño, ahi me entretengo de tanto en tanto pero no olvides ir a verme. Ahogame en el fondo de una botella de vino o de ron o de whisky, me da lo mismo mientras no sea de agua, ahí me la pasaré borracho y nadando, no es un mal plan. Para concluir, te pido encarecidamente que en algún momento me guardes en el fondo de tu corazón, me encargaré de que no me olvides mientras me encuentre en esa área tan delicada para algunos y tan fria para otros. Salud por los invisibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario